
Que un padre con su hijo o un persona mayor acuda a presenciar uno de los mayores espectáculos del mundo se está convirtiendo en una hazaña. Y no sólo en España, sino en todo el mundo. Brasil, Argentina, Italia...
Lo peor es que estos aficionados que se esconden tras una pancarta con la palabra ultra, creen que todo está justificado por eso mismo.
Aunque peor es que no tengan ningún tipo de sanción. Pero ¿cómo van a tener sanción si las mismas directivas son los que los financian? Les consienten todo, no condenan ninguno de sus actos, a cambio de que animen al equipo y no critiquen a la directiva. Ya que si a los violentos les da por criticar una gestión, la que se puede montar... Y el último ejemplo lo vivimos no hace mucho en el S.Bernabéu, mientras todo el estadio pitaba, los ultras del Madrid animaban como si de una victoria por 5-0 se tratara, y es que claro, a cambio de eso, tienes entradas para el palco y viajes gratis. Y además la puedes montar allí dónde quieras y cuando quieras, que nada va a pasar.
No sólo los utilizan para "callar" estadios, sino también para "callar" periodistas y amenazar a jugadores y entrenadores con el fin de no tener que pagar los sueldos. Ésto lo vivimos hace un par de temporadas en el Atlético de Madrid.
Pues eso, que los que van a pelearse, a buscar el lío con otras aficiones, con la policía... son simplemente borregos. Y lo peor es que están apoyados por los equipos. Borregos financiados por el poder.

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