BALANCES TAN DIFERENTES...

Por un lado, el R.Madrid que iba para un cuarto año en blanco, jugando desastrosamente, y hasta hace un par de meses deseando que acabase la Liga, buscando sustituto a Capello y vendiendo humo con posibles superfichajes para distraer la atención. Pues bien, se ha proclamado campeón a base de tener fe y de crear un verdadero espíritu de grupo. Creyeron que podían ser campeones cuando nadie daba nada por ellos. A su victoria también ha contribuido la debacle blaugrana.

Por otro lado, tenemos al gran perdedor de la temporada, el Barcelona. En agosto optaba a 7 títulos, sólo ha ganado uno, y ha sido la Copa Cataluña.
Ha ido de más a menos hasta llegar a perder todos los título, a la vez que crecían los líos internos...

De nuevo, la decepción de la temporada la encontramos en la ribera del Manzanares. De nuevo, un proyecto que se va a la basura, unos jugadores y un entrenador que no han sido capaces de meter al Atlético en puestos europeos. Desde que subieron de Segunda, los proyectos se cuentan por fracasos. Cada año, entrenador nuevo y jugadores nuevos. Que casualidad que todos sean malos y fracasen... A ver si el problema no recae ahí, sino en quién maneja el club...

El equipo revelación vuelve a ser el Getafe. Con una plantilla totalmente nueva, vuelve a realizar un excelente juego, y si no está más arriba en la clasificación es por la relajación de tener una plaza de Uefa asegurada. Y es que esa plaza de Uefa, la tiene asegurada porqué va a disputar la final de Copa contra el Sevilla, todo una gesta ya, pase lo que pase en dicha final.


Y la cruz de la moneda la representa el Celta, que ha acabado descendiendo a Segunda en una temporada en la que incluso ha llegado a jugar la Uefa. El nivel de su plantilla no corresponde con el puesto ocupado en la tabla clasificatoria. Pinto, Lequi, Oubiña, Ángel, Nené, Baiano... no son jugadores de Segunda División.